jueves, 20 de septiembre de 2012

LA RFEN COMIENZA CON LA HISTORIA OLÍMPICA DE LA SINCRO ESPAÑOLA - 3

FUENTES-CARBONELL, LA BATALLA DE SHANGHAI


La vuelta de Budapest 2010 dejó una cosa clara: el dúo Andrea Fuentes—Ona Carbonell había pasado su primera prueba de fuego y postulaba a ser la pareja para los Campeonatos del Mundo Shanghai 2011. Si el de Hungría fue un combate importante, China se presentaba como una batalla colosal para España, con una anfitriona entregada a la causa en busca de la segunda plaza en el cetro mundial y con Canadá siempre al acecho. Era un asunto de nota...
Todo un año de intenso trabajo en el CAR de San Cugat -el imprescindible cuartel general de la Sincronizada española- en busca de llegar en las mejores condiciones posibles al Mundial FINA de Shanghai. Todas las pruebas fueron muy reñidas, aunque especialmente la de dúo alcanzó los corazones de 6.000 chinos que sabían que si alguien podía amargar la fiesta a sus heroínas, esa era España.
De nuevo Rusia postulaba al oro con Natalia Ischenko y Svetlana Romashina. Cumplieron en la primera final de parejas del calendario, el Dúo técnico, con 98.200, aunque mejor e impresión general que en ejecución. Les bastaba así. Bajo los acordes de un pegadizo tema de los 70, Palomitas de maíz, las españolas Andrea Fuentes y Ona Carbonell, un año más maduras, sacaban toda su raza en la inmensidad de China.
Fuentes y Carbonell, dos "palomitas de bronce" en Shanghai / RFEN
Fuimos testigos privilegiados de la segunda y memorable final, la del Dúo libre, en la que miles de chinos agitaban sus banderitas en la grada en espera de sus ídolos: Tingting Jiang y Wenwen Jiang. Y estas cumplieron como se hace todo en China, a lo grande con sus 96.810 puntos que le daban la plata por delante de la puntuación española (96.400). Poco más de tres décimas nos apartaban de la plata pero el bronce era una extraordinaria recompensa a un Tango irrepetible. Aquello, en vez de una final deportiva, parecía más una cuestión de Estado y España sabía que se enfrentaba a los elementos, pero con una dignidad intachable.
La medalla de bronce no era ningún desdén, sobre todo porque se había mantenido a raya a la peligrosa Canadá, con Boudreou-Gagnon a la cabeza. Una vez más, la complicidad de Andrea y Ona fue decisiva para ensamblar un ejercicio arriesgado, de una estética singular y de una fuerza y dulzura a la vez conmovedoras, como es el Tango (en el agua), cargado de pasiones y desdenes… Y a todo esto, Ona Carbonell pasito a pasito en busca de su sueño: el debut y la medalla olímpica. Por si fuera poco, Andrea Fuentes lanzó un aviso a navegantes: "En Londres ganaremos a las chinas sí o sí" ¿Serían capaces de cumplir el órdago?...

Rodrigo Gil-Sabio (Comunicación RFEN). Foto: Uno de los bronces del dúo español Fuentes-Carbonell en Shanghai / RFEN

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