domingo, 28 de julio de 2013

'MAZINGER THAÏS'


Henríquez llegó "fuerte" a la cita a pesar de que no se incorporó al equipo hasta mayo por dos operaciones

Thaïs Henríquez (arriba segunda por la izquierda) junto al resto del equipo de España, muestra la medalla
de Plata conseguida en el Combo en el Mundial de Barcelona 2013.
Retiradas Gemma Mengual y Andrea Fuentes, Thaïs Henríquez, de 30 años, es la veterana del equipo español de sincronizada, una pieza clave por la fortaleza que aporta desde su 1,85 m. de estatura. Ni siquiera dos hernias lumbares y dos operaciones en los últimos meses dejaron fuera del grupo a esta 'Mazinger' canaria, que ha llegado a tope al Mundial a pesar de que hasta mayo no se pudo incorporar a pleno rendimiento.
"Es una terapia innovadora, mínimamente invasiva. En noviembre me pusieron gel en los dos discos y en enero me extrajeron la grasa que impedía que circulase sangre por la zona y el fortalecimiento de los músculos lumbares. De ahí venían las hernias", explica Thaïs, Plata Olímpica en Pekín'2008 y Bronce en Londres'2012.
"Ha sido un año difícil. Estuve mucho tiempo dedicada a mi recuperación. Hasta mayo no pude incorporarme al equipo, pero la verdad es que he llegado fuerte. Yo siempre hago de lanzadora humana, pase lo que pase. He intentado aportar mi máximo nivel y estoy contenta porque no sólo llegué, sino que estoy compitiendo en perfectas condiciones físicas. He ayudado al máximo dentro del agua e intentado que el trabajo se agilizara para que las nuevas compañeras aceleraran su adaptación para llegar antes al objetivo", afirma.
A pesar del relevo de Anna Tarrés por Esther Jaumà, Henríquez dice que el grupo mantiene sus constantes vitales . "Todos los cambios vienen bien. Se cambió el equipo técnico, pero sigue la misma ilusión, perseverancia, ganas de trabajar y eso ha hecho que sigamos teniendo resultados. Seguimos trabajando muchísimo e intentando innovar", sostiene Thaïs, que en su día optó a ampliar su repertorio más allá de las rutinas de equipo y combo.
"Cuando Gemma lo dejó estuvimos entrenando el dúo Andrea, Ona y yo, pero creo que hay que mirar las cosas objetivamente y ver lo que puedes hacer. Trabajamos las tres por tener también una suplente, pero tuve un problema de cadera antes del Mundial de 2011, luego recaí por la espalda y decidimos centrarnos en el equipo", recuerda Thaïs, cuya estatura es a veces un hándicap.
Retirada momentánea.
"En la 'sincro' hay que cuidar el milímetro. Fases en las que mis compañeras tienen que subir mucho, yo tengo que controlar porque hay mucho desequilibrio por la estatura. Yo mido 1,85 y la más baja, 1,60. Esos 25 centímetros hay que equilibrarlos para que el efecto visual esté igualado. Lo bueno es que tengo más fuerza y mi misión es dar todo en los lanzamientos, cosas que no pueden hacer todos los países. Soy la lanzadora humana, la que está más tiempo debajo del agua, y trato de transmitir los conocimientos gracias a mi experiencia", explica Henríquez, que dejó la 'sincro' en el año 2000.
"Me coincidió con la selectividad, mi presión era acceder a la universidad. Acabé bastante saturada entre una cosa y otra. Creía que sería definitivo, pero en ese año de parón me di cuenta de que llevaba el deporte en la sangre. Volví en 2001, lo aposté todo para entrar en el equipo o dejarlo y me salió bien", recuerda ella, que debutó con la selección absoluta en 2005. Y ahí sigue Thaïs Henríquez, la 'Mazinger' del equipo.

Fuente: Lluis Carles Perez (mundodeportivo.com)


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